Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, mayo 30, 2007

Fuego

El mortífero fuego empieza a invadirlo, sin que él pueda hacer nada. Sabe que en la medida que el fuego se aleje de su brazo y se acerque a su cerebro su vida valdrá y durará menos. Ya había visto a muchos morir víctimas del fuego. Todos partían igual, primero por curiosidad, luego deseo, finalmente pulsión. Unos cuantos se asustaban en su primer acercamiento y se alejaban para siempre, pero aquellos que se atrevían una segunda vez, quedaban en las garras del deseo para siempre.

En su trabajo era habitual vivir al límite permanentemente, por tanto era común buscar desahogo donde fuera. Y si el desahogo mezclaba riesgos y placer, mejor se sentía la recompensa.

Mientras sentía el fuego subir por su brazo ya inutilizado, alejarse de sus dedos y acercarse a su hombro, un dejo de desilusión lo invadió, pero ya era demasiado tarde, no había vuelta atrás. Nada de lo hiciera impediría que el fuego llegara a su cerebro y acabara con su vida. Recordaba sus inicios, cuando llegó joven e inocente a su trabajo, cuando todos los días consistían en salvar las vidas del resto, sin medir el precio de la propia. Turnos de 12 o 24 horas lo absorbían, hasta que conoció el placer del fuego... desde ese día lo necesitaba más y más. Cada día sentía menos placer al salvar vidas y más al correr peligro. Y cada vez necesitaba correr más riesgos para lograr el mismo placer.

El fuego ya llegaba a su tórax, inflamando todo a su paso. De ahí al cerebro era un solo paso, y todo habría acabado. Por lo menos no tenía familia ni amigos, así que nadie lo lloraría. Ya no importaba, corrió el riesgo y perdió, ahora había que asumir. Aquellos que había salvado tampoco importaban, y aunque importaran, tampoco lo podrían ayudar.

Llegó la hora, el fuego llegó a su cerebro. Lentamente empezó a sentir su vida irse, a perder el conocimiento y los sentimientos. Ojalá nadie más fuera perjudicado por su decisión. Diez minutos más tarde, la enfermera encontró el cadáver del joven cirujano en la residencia médica; en el suelo, al lado de su cuerpo, la jeringa contenía los restos de la droga…

miércoles, mayo 23, 2007

Profesor

El académico había terminado su clase. Era uno de los profesores más destacados de su universidad. Varios magíster y doctorados llenaban su interminable currículum, que más de alguno llamaba "biblia", tanto por lo voluminoso como por la cantidad de secretos que entrañaba. Su nivel de conocimientos lo había llevado inclusive a crear cátedras nuevas en su universidad y en varias otras en todo el continente. A ese nivel, sólo se dedicaba a formar alumnos de magíster y a evaluar tesis doctorales; el pregrado le había quedado chico.

El académico era docto en ciencias básicas. Todo su quehacer se basaba en dar plataformas para varias carreras. El formar alumnos de postgrado aseguraba una buena camada de investigadores que a futuro fueran capaces de descubrir lo que él no alcanzaría a hacer en vida. Si bien es cierto no era viejo, debía ser previsor y saber que costaría mucho que naciera otra persona más genial que él. Pero su genialidad y nivel de conocimientos iban de la mano de su orgullo. No gastaba tiempo en saludar alumnos o contestar preguntas de pasillo. No hablaba con nadie que no supiera quién era él, y que no fuese capaz de llamarlo por su nombre y sus títulos principales. En el mundo extra académico era insufrible: todos tenían obligaciones para con él, y él no le debía nada a nadie; deberían estar felices de servir a alguien como él.

Una tarde en que tuvo que ir a tomar un examen de grado a un tesista, decidió ir en su vehículo. Su chofer estaba enfermo, y no confiaba en nadie más. Al salir de la universidad estaba anocheciendo y empezando a llover. Cuando iba por un camino mal cuidado, pinchó un neumático y cayó con su vehículo a una zanja. Cuando logró salir del auto tropezó y se lastimó un tobillo. Nada sabía de cómo ubicarse en la oscuridad, no traía linterna, y su celular había quedado en el vehículo chocado. Sentía frío y estaba completamente mojado, por lo cual no se dio cuenta que su herida sangraba profusamente. Ninguno de sus conocimientos le permitieron darse cuenta de su inminente fin. A la mañana siguiente su auto chocado y su cadáver desangrado yacían en el terreno de atrás de su universidad...

miércoles, mayo 16, 2007

Invitación

Algo raro se notaba en el ambiente. Un aire tenso circundaba a todos, como si todos supieran que algo iba a pasar pero nadie fuera capaz de definir qué. El entorno era extraño: una sala de reuniones llena de desconocidos que habían llegado al lugar con una tarjeta de invitación sin remitente. No había nada en común entre ellos, era el grupo más heterogéneo posible de formar: hombres y mujeres de todas las edades y condiciones socioeconómicas. Lo único que los unía era una tarjeta blanca con sus nombres, la dirección del lugar, la fecha, la hora y el número 100.000 bajo éste.

Cien mil… ¿qué? Si alguien se había molestado en enviarles una tarjeta personalizada a tantas personas debía ser dinero. ¿Qué más podía ser 100.000? ¿Años, condenas, vidas, demandas, qué? En la medida que iban llegando y entrando a la sala, todos se miraban entre sí tratando de encontrar en los otros algo de sí mismos. Pero no había nada que los hiciera intentar dirigirle la palabra al que estaba al frente o al lado de cada cual. Al parecer el silencio era el segundo factor en común.

Con el paso del tiempo, y en la medida que la llegada de nuevos invitados disminuía en frecuencia, las miradas empezaron a converger en el otro extremo de la habitación, donde se encontraba una puerta que permanecía cerrada. Todos esperaban que alguien apareciera por dicha puerta para darles una explicación, o para entregarles los 100.000… o lo que fuera. De todos modos cualquier cosa que les dijeran sería útil para terminar con el incómodo silencio que flotaba en el ambiente: pese a la cantidad de personas en el salón, nadie quería (o podía) pronunciar palabra alguna.

De pronto dejó de llegar gente; luego de entrar el último invitado las puertas se cerraron automáticamente. En ese mismo instante la puerta al otro lado del salón se abrió, y una joven mujer entró y se dirigió a los presentes:

-Bien, llegaron más de los que esperábamos. ¿Están listos?- un murmullo cortó el silencio y las caras de duda invadieron la sala.
-Ah, veo que no saben… bueno. Ustedes fueron elegidos, son los seres más especiales del planeta. Nadie, en ninguna época, había logrado llegar a este nivel- en ese instante las sonrisas y las caras de satisfacción llenaron el espacio, salvo la de la anfitriona.
-Veo que no me entendieron. Ustedes son la peor lacra de la humanidad. Cada uno de ustedes, en sus cortas y patéticas vidas, lograron acumular una cantidad horrorosa de pecados. Todos ustedes llegaron a cometer 99.999 pecados en esta vida. La tarjeta que se les envió era para definir medidas a tomar. Todos ustedes llegaron acá movidos por simple ambición. Ese 100.000, la ambición, era el último pecado que les quedaba por cometer. Ahora, y gracias a vuestra llegada, la humanidad se librará de ustedes, y el planeta tendrá una oportunidad más…

miércoles, mayo 09, 2007

Nube espesa (tanka sangriento)

Espesa nube
muy silenciosamente
vas avanzando
por todos los espacios
libres de la gran urbe.

Vas avanzando
de noche y madrugada
como inundando
todos los recovecos
incluso subterráneos.

Como inundando
o más bien infectando;
vas preparando
todas las condiciones
para el desenlace.

Vas preparando
todas y cada una
de las acciones
para las cuales fuiste
tan bien planificada.

De las acciones
que están por concretarse;
todo está listo
para el gran desenlace:
ha llegado la hora.

Todo está listo
empieza la matanza:
maldita nube
te metes por los poros
matando desde dentro.

Maldita nube
tú sigues tu designio.
Espesa nube
terminas con la vida
de aquellos quienes tocas.

Espesa nube
luego desapareces;
espesa nube
unos te llaman odio
mas yo te llamo vida…

miércoles, mayo 02, 2007

Pozo .... y EXTRA

El viejo escritor estaba por publicar su trigésimo libro. Era uno de los más prolíficos novelistas de la historia de su país, lo cual lo había convertido casi en una leyenda, y en el foco de la envidia de muchos. No tenía un estilo definido, cada novela era una sorpresa para sus lectores y especialmente para los críticos, que no hallaban explicación válida para tanta capacidad de viajar desde la política hasta la ciencia ficción, pasando por el amor, el terror y el costumbrismo, además de algunos textos de filosofía y hasta libros técnicos de excelente factura. Durante su larga carrera muchos habían intentado revelar su secreto pero nadie había logrado nada. Inclusive algunos habían desaparecido sin dejar rastro.

Un joven crítico de arte se había puesto como objetivo de vida lograr penetrar la barrera que ponía el escritor para esconder el origen de todas sus obras, y no escatimaría recursos para lograrlo. Tanto fue su empeño e insistencia, que pudo llamar la atención del escritor, quien finalmente se rindió ante la persistencia encarnada en humano. Una tarde de invierno recibió un correo electrónico donde lo invitaba a su casa para darle una entrevista donde le revelaría la fuente de todos sus escritos; la única condición es que fuera solo. No había problema en fotografiarlo o grabar la entrevista, pero no debía llevar fotógrafo, sino él tomar las eventuales imágenes para inmortalizar el momento; eso no representaba problema alguno, por lo que quedaron de acuerdo en reunirse esa misma noche.

Al llegar a la gigantesca y elegante mansión el crítico se encontró con un sorprendentemente locuaz escritor, quien lo invitó a pasar a su biblioteca, donde albergaba sendos volúmenes que abarcaban varias áreas del conocimiento. Cuando empezó la entrevista el escritor hizo una reseña de su vida, lo cual impacientó al joven, que conocía cada detalle de ella. A él le interesaba la fuente de la cual nacían sus ideas, pero el viejo no llegaba jamás a ella. De pronto la narración tomó un cariz desconocido para él, pero que lejos de interesarle le pareció un desvío demasiado notorio y más encima pueril. El escritor le dijo que en el patio de su mansión había un pozo, y que ese era el lugar que le daba todas las ideas para sus escritos. Cuando vio que el joven apagaba con rabia su grabadora y empezaba a marcharse, ofreció llevarlo para que se convenciera.

Ambos hombres llegaron al fondo de uno de los patios laterales de la mansión, donde efectivamente había un viejo pozo, aparentemente seco. Al llegar a él el joven crítico no vio nada especial: no entendía cómo el viejo escritor podía ir ahí e inspirarse en ese derruido lugar, teniendo una mansión como esa. El viejo le dijo al joven que se acercara al borde para que viera y entendiera de lo que hablaba. Al apoyarse, una extraña corriente de aire lo arrastró bruscamente, haciéndolo caer junto con el balde. Cuando sintió el cuerpo azotarse contra el fondo, el viejo escritor empezó a girar la manivela para subir nuevamente el balde. Cuando éste llegó arriba, venía lleno de un viscoso líquido, el cual fue bebido en su totalidad por el escritor, quien luego se dirigió a su mansión. Al semestre siguiente, publicaba su trigésimo primer libro sobre crítica literaria…


EXTRA: acabo de publicar mi primera antología de cuentos de terror llamada "Gotas de Sangre y Otras Vísceras" ©2007, que compila todos los relatos de este blog. Para los interesados está a la venta por internet a todo el mundo en el banner que aparece bajo mi calavera en la sidebar. Ojalá les guste. Por si acaso les dejo el banner acá. Saludos sangrientos...



Support independent publishing: buy this book on Lulu.