Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, octubre 28, 2009

Sin sol

El sol pasaba de largo por su casa. Era extraño ver los rayos iluminándolo todo, pero evitando la casa de la vieja mujer. Nadie lograba entender dicho portento; durante años muchos físicos de todo el orbe viajaron a la casa la de mujer a tratar de dilucidar el misterio de dicha construcción, sin ser capaces de elucubrar una teoría convincente al respecto. Por fin, tras varias décadas de viajes, investigaciones y gastos, dejaron de lado aquella imposible misión.

Una tarde de verano en que el sol iluminaba con furia todo alrededor de la casa de la vieja mujer, un extraño y suave temblor se empezó a sentir en todo el planeta. La gente salió a mirar para tratar de entender qué sucedía. De pronto alguien miró al cielo y vio con espanto que un cometa iluminaba algo menos que el sol y que aparentemente se acercaba peligrosamente al planeta. Las estaciones de televisión empezaron a transmitir contactos con astrónomos que confirmaron la sospecha de todos: el temblor no era tal sino la vibración provocada por el acercamiento del cometa al planeta.

Miles de personas entrando en pánico en todo el planeta no dieron tiempo a que alguien notara que la vieja mujer abandonaba su casa con una gran maleta con ruedas y un par de gatos detrás de ella. Un extra en los noticieros alertó a todo el mundo que el cometa entraba en órbita y que impactaría la superficie del planeta en cualquier instante. Mientras la gente se agolpaba en las calles a gritar, rezar, suicidarse o matar, la vieja, su maleta y sus gatos seguían su marcha sin rumbo.

El cometa se acercaba raudo al planeta. La vibración que provocaba semejaba un terremoto grado 7 u 8. De pronto se produjo el impacto. A diferencia de lo que todos creían nada pasó, el temblor cedió y la tierra siguió existiendo sin más. Cuando notaron que el cometa había caído sobre la casa sin sol, y que ésta había absorbido al cometa y su destrucción, ya era demasiado tarde: la vieja y sus gatos habían tomado la nave interplanetaria con rumbo al planeta que estuviera en riesgo de ser destruido por algún portento estelar. Desde ese día, el sol volvió a iluminar ese trozo de tierra para siempre.

miércoles, octubre 21, 2009

Obispo

El obispo celebraba solitario la misa en la basílica. Hacía años que los feligreses ya no iban a alguna ceremonia religiosa en vivo. Era tanta la modernidad y tan poco el tiempo para vivir que hasta la iglesia se había digitalizado, y todos aquellos que aún se decían religiosos participaban de ceremonias religiosas online. Aquel último reducto del contacto de los dogmas y las creencias ahora estaba supeditado a un link, un computador, una webcam, un par de parlantes y un micrófono. Los modernos sacerdotes veían en una pantalla enorme las pantallas de las cámaras de sus feligreses con pena; sin embargo, sabían que no había otro modo de seguir profesando lo que creían era la verdad. Pero algunos sacerdotes se negaron a aceptar el exceso de modernidad y siguieron celebrando en vivo para aquellos que aún querían asistir y compartir algo de tiempo entre personas. Luego de varios años, sólo quedaba el obispo y ningún feligrés en persona.

Mientras el obispo continuaba con las lecturas, intentaba imaginar el futuro de la religión. No lograba entender cómo se había llegado a aquel punto; sabía que no había retorno, que él era el último bastión de la religiosidad ortodoxa, y también sabía que su muerte estaba cercana, y que cuando ello ocurriera… nada sucedería, pues a las personas ya no les importaban las otras personas.

Luego de terminar de celebrar la misa guardó los implementos y se retiró a sus aposentos. Mientras se desvestía sintió una fuerte opresión al pecho, señal inequívoca del fin de una era y el principio de su camino al seno de Dios. De pronto el dolor desapareció, su alma se despegó de su cuerpo y apareció de improviso en el cielo. Ahí, frente al Gran Servidor, debió escuchar en silencio todos los pecados que había cometido, en código binario…

miércoles, octubre 14, 2009

Cerro

En la cumbre del cerro la muchacha se sentía libre. Ahí, con el viento en su rostro sentía que nada la ataba a la vida o a la realidad en que se desenvolvía. Sin mirar a ningún lugar en particular abrió sus brazos para sentir también en ellos el viento. Era genial sentir algo parecido a lo que la gente describía como libertad en la cima de un pequeño cerro, alejada de la modernidad que bullaba algunos cientos de metros más abajo.

No hacía más de tres horas que la muchacha había estado al otro extremo de la ciudad terminando el trabajo encargado, y ahora, aparte de esperar el producto de su labor, sólo se dedicaba a mirar la ciudad desde la cima del cerro, y sentir el bienestar que daba el hacer las cosas bien. De pronto sonó una alarma en su reloj. La muchacha, sin abrir los ojos y manteniendo los brazos abiertos contó mentalmente hasta cinco; luego empezó a contar de diez a uno, a sabiendas que no terminaría de hacerlo. Al otro extremo de la ciudad la bomba nuclear programada estallaba, desatando la tormenta de viento radiactivo que llegaría en siete u ocho segundos a toda la metrópolis…

miércoles, octubre 07, 2009

Mirada

-No me mires…
-…
-Te dije que no me miraras…
-…
-¿Qué parte de “no me mires” no entiendes?
-…
-Maldición, ¿cuántas veces tengo que decírtelo, estúpido…? ¡¡no me mires!!
-…
-Siempre ha sido igual, siempre saliéndote con la tuya…
-…
-¿Y si te lo pido por favor, dejarás de mirarme?
-…
-Es increíble… creí que cortándote la cabeza dejarías de mirarme así…