La
mujer iba atrasada al trabajo, pues se quedó dormida luego de tener
un extraño sueño. La noche anterior había sido normal, se acostó
a la hora de siempre manteniendo su rutina mantenida por más de diez
años. En el sueño la mujer iba manejando un vehículo, cosa que no
sabía hacer en la vida real, y era detenida por una especie de
demonio que se identificaba como policía, quien le pedía sus
documentos y los papeles del vehículo. De pronto la mujer mira su
reloj y ve que se había pasado la hora de levantarse, por lo que se
asustó y le pidió al demonio que le devolviera sus documentos para
poder levantarse; el ser simplemente la miró, y luego de pensarlo un
par de minutos se los devolvió, con lo cual la mujer pudo despertar.
Extrañamente la hora que vio en su sueño era la misma que vio en su
reloj de sobremesa al despertar.
A
la noche siguiente la mujer mantuvo su rutina de siempre. Al dormirse
se encontró en un servicio de urgencias como paciente. A los minutos
apareció el mismo demonio del sueño anterior quien se presentó
como médico y tomó su historia; el demonio revisó los signos
vitales, la examinó y se quedó pensativo. La mujer miró su reloj,
y descubrió que era más tarde que la mañana anterior, por lo que
le dijo al demonio que la diera de alta pues estaba muy atrasada. El
demonio la miró con calma, firmó una hoja luego de lo cual la mujer
despertó, y al mirar su reloj vio que el atraso era el mismo que
había visto en su sueño.
Esa
noche la mujer estaba asustada, no sabía qué soñaría ni a qué
hora despertaría. Una compañera del trabajo le regaló una pastilla
para dormir de origen natural, a ver si con eso lograba regular el
sueño. La mujer se la tomó, a los pocos minutos empezó a bostezar
por lo que rápidamente se colocó pijama y se acostó. De inmediato
empezó a soñar, pero ahora se encontraba en un lugar lúgubre, mal
iluminado, muy caluroso y en el que se escuchaban lamentos por
doquier. El demonio apareció de pronto, y sin decirle nada empezó a
mostrarle el lugar. La mujer entendió que las dos primeras noches
habían sido de aviso, y ahora la habían ido a buscar, al parecer
definitivamente. La mujer intentó hacer memoria para entender qué
había hecho tan mal para merecer eso, mientras el demonio la miraba
casi con ternura. Al día siguiente la policía forzó la puerta y
encontró el cuerpo dormido de la mujer; al no poder despertarla
llamaron una ambulancia que la trasladó a un servicio de urgencias,
donde seguía sin despertar. Fue hospitalizada, y nadie pudo dar con
la causa del sueño de la mujer, ni menos despertarla. Actualmente la
mujer lleva diez años sin poder despertar.