Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, enero 28, 2009

Relojero

El relojero terminaba de ajustar las pequeñas ruedecillas dentadas del viejo reloj que estaba reparando. Quedaban muy pocos como él en la capital, pero estaba decidido a mantener la tradición heredada por su familia desde hacía ya cinco generaciones. La competencia era definitivamente desigual: competir contra los nuevos relojes que casi parecían computadoras de muñeca, e intentar no perder clientes frente a los baratísimos servicios técnicos de las multinacionales hacía casi insostenible su situación laboral y económica. Pero aún quedaban algunos clientes que querían cuidar reliquias familiares, y algunos inventores que necesitaban modificar relojes para algunas creaciones que requerían temporizadores de bajo costo.

Este era uno de esos casos algo extraños, donde un joven inventor necesitaba adaptar un reloj en desuso (por no decir chatarra) como temporizador. Tal vez en otras circunstancias se hubiera negado a una adaptación tan ridícula, pero el hambre y las deudas lo hacían aceptar de todo. Había usado toda la tarde para modificar esa basura y hacerla funcionar, pero como todos y cada uno de los relojes que habían pasado por sus manos, quedó perfecto.

Esa noche el joven fue a buscar el reloj. Luego de pagar el saldo de la modificación, el relojero le entregó el artilugio y le enseñó a usarlo con lujo de detalles; había quedado tal y como él lo necesitaba, así que no importaba lo alto del precio. Luego de envolver el paquete con el temporizador para la bomba, sacó su pistola y mató de un tiro en la frente al único posible testigo de la masacre que por tanto tiempo había planificado.

13 Comments:

Blogger Unknown said...

ya no tendra deudas...

ni hambre...

:P

mis respetos ^^

7:18 p.m.  
Blogger Clau said...

Alomejor tu no has sentido esa presión pero te juro que muchos de mis amigos si....la idea principal es aceptar las desiluciones y no frustrarse verdad?
Un agrado gigante estar nuevamente en el ciber espacio jejej

8:03 p.m.  
Blogger Machelita said...

Así mueren los oficios pasados de generacion en genración: asesinados.

Buen final...

Como siempre... grande Doc!

1:08 a.m.  
Blogger Machelita said...

Así mueren los oficios pasados de generacion en genración: asesinados.

Buen final...

Como siempre... grande Doc!

1:08 a.m.  
Blogger Unknown said...

Qué fuerte! Ojo con los "inventores" jjejej
Saludos mi lendo!

2:04 a.m.  
Blogger Siempre Yop, Bárbara para los amigos said...

creo que no mandare a hacer la katana, los muertos ya serian dos, jejjejejejejejej, la pena y la feustracion nos llevan a hacer cosas insolitas, la gracia esta en despertar antes y medir los riesgos,

saludos amigazo....

2:15 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

como siempre, me encantó su cuento mi doc, genial final!!!!!!!

10:54 a.m.  
Blogger FENIX said...

Una mala pasada del destino para el pobre artesano.

saludos

5:18 p.m.  
Blogger Claudia Corazón Feliz said...

Cuento no apto para preñadas: osea yo.

Saludos dostor.

1:14 p.m.  
Blogger Orietta said...

Interesante......

10:49 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Un final cruel y muy a tu estilo: sangriento.

Más bien me voy antes de que depronto a ese loco le dé por dispararme, me sonrío.

Un abrazo para tí apreciado Dr. Blood!

12:26 a.m.  
Blogger Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com said...

Asi me gusta, sin dejar testigos.
Saludos

2:23 p.m.  
Blogger Mary Lovecraft said...

Daniel me lo quitó de la boca...

beso sangriento hermanito!

7:13 p.m.  

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