Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, mayo 13, 2009

Soldado

El reloj avanzaba lentamente, poniendo más distancia entre segundo y segundo para hacer que el dolor durara más; era la tortura más cruel que podía sufrir un hombre en su condición. Como militar ya sabía de dolor, lo había sufrido incontables ocasiones, pero esto era demasiado. Su cuerpo no aguantaría más esa interminable tortura.

El soldado se encontraba tirado sobre la mesa, casi desmayado del dolor. Hacía ya varios minutos lo habían amarrado, y estaba a merced de lo que tenía que pasar. Cada segundo se hacía peor el dolor, y ya no sabía cuánto más podría soportar.

De pronto entra a la habitación un viejo delgado con cara de apurado. Sin saludar a nadie mira al soldado, y le hace señas a otro de los militares, el cual rasgas las vestiduras y deja al descubierto parte del cuerpo. El enjuto viejo saca raudamente una sierra y sin que casi nadie lo notara amputa la pierna destrozada por las balas enemigas del pobre muchacho, quien luego es emborrachado con media botella de bourbon, recibiendo la otra media botella en el improvisado muñón: por fin el dolor había desaparecido.

14 Comments:

Anonymous Rocio said...

iks!!!!! que asquerosillamente terrorifico el cuento

7:12 p.m.  
Blogger LS said...

Jajja me pase como 1500 rollos en las primeras lineas, primero que no era un 'soldado' precisamente, pero si lo era.
Luego que estaba herido, tirado por ahi despues de algun ataque...
Luego que iba a ser torturado...
Y me equivoque en todas, asi no se vale!!
jajaj

Salu2 Doc
http://intranjeros.wordpress.com

7:13 p.m.  
Blogger Víctor Hugo said...

guacatela... qué duro y cruel!

pero muy entretenida lectura

saludos!
VH

8:50 p.m.  
Blogger Artefacto said...

Como hija de diabètico amputado de ambas piernas, debo dar gracias a Dios que ahora existe la anestesia, aunque a mi pobre viejo lo durmieron la mitad del cuerpo y tuvo que oir el sonido de la sierra y sentir hasta el olor a carnicerìa del pabellòn. En dos ocaciones...

Buen cuento, yo tambièn esperaba la tortura...eres seco Blood, besos...

9:36 p.m.  
Blogger Unknown said...

Uf, que juerteeee... muy visceral el cuento mi docs,
Saludossss

11:21 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Weno el cuento... igual podrias haber alargado mas la tortura de cada moviemiento de sierra cortando tendones, musculos y nervios...

Coke

12:57 a.m.  
Blogger Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com said...

Y yo que ya pensaba en una descripción digna de una película gore, jajaja.
Saludos

8:32 p.m.  
Blogger Anaís Sandiego said...

Había leído el cuento y ya iba a terminar mi hora de colación para ponerme a trabajar, pero la advertencia pudo más. No quiero morir joven así que comento... jeje.

Un blog sangriento el suyo. Y un post fuerte. Ahora existe la anestesia para el dolor físico, pero para mucha gente el alcohol, sigue siendo su anestesia sentimental.

Saludos.

4:02 p.m.  
Blogger Machelita said...

hemmm... juerte.
Ta gueno el relato, corto y preciso, aunque a mi no me gustan para nada los temas de guerra ni soldados ni armas ni nada de eso... me dan nauseas!

Un abrazo.

5:25 p.m.  
Blogger Cardito said...

Mish! sorprendente el relato... da para pensar unas cuantas opciones, bueno, me gustó.

SALUDos!

11:15 p.m.  
Blogger Ana Paula said...

uuuu!!!
Soldados!!! (me encantan)
Está muy bueno, da un giro inesperado al final... pensé que lo iban a torturar, pero no!!!

Wiii!

Saludos le enviamos desde el PsIcKiatrico.

1:13 a.m.  
Blogger MNB said...

¡AYYYYYYYYYYYYYYY!

¡QUÉ ATROZZZZZZZZZZZZZZZZ!

BUENOOOOOOOOOO.


CARIÑOS.

2:09 p.m.  
Blogger C.G. said...

Jajajaja...
¡Lo lograste!
Te lo dije ;-)
:-P

2:22 p.m.  
Blogger Prometeo said...

Así era como se hacía en la guerra civil estadounidense. Los doctores andaban con un maletín donde tenían serruchos y licor, el anestésico de la época.

Adelante y éxito.

7:48 a.m.  

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