-¿Qué te pasa? Te veo algo agitada
-Nada, estoy bien.
-¿Segura?
-Sí… no, me conoces demasiado, no puedo mentirte.
-Bueno, cuéntame, a ver si te puedo ayudar.
-No, ya es demasiado tarde para mí…
-Vamos, dime qué pasó.
-Anoche me llamó mi hermana, como a las 3 de la madrugada, para contarme que vio a mi marido con una de mis amigas besándose en la calle.
-Mmmm… ¿y estás segura de que es cierto?
-De hecho mi hermana supuso que yo no le creería y les tomó una foto con el celular, y me la envió luego de llamarme.
-Pucha amiga, qué lástima. Pero la vida sigue… tal vez fue sólo eso, un beso… trata de hablar con él… y si ya no hay posibilidades, bueno, eres una mujer joven aún, y…
-Es que no entiendes, el que me haya engañado no es el problema.
-¿Cómo? No te entiendo.
-Este desgraciado ya me había engañado varias veces, y cada vez me decía que nunca más lo haría.
-¿Y por qué esta vez es distinto?
-Porque lo pillé en su última aventura y lo maté de un tiro.
-¿Qué? ¿Mataste anoche a tu marido?
-No, y es eso lo incomprensible: lo maté anteayer…