Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

domingo, diciembre 01, 2024

Mensaje

Esa mañana el teléfono no paraba de sonar, pese a ser apenas las ocho de la mañana. Las llamadas eran de distintos números, todos llamaban, saludaban, y luego se quedaban en silencio. El hombre estaba empezando a incomodarse, pues el patrón era idéntico. En algún momento llegó a pensar que algún enemigo lo estaba molestando, hasta que recordó que en su simple existencia no existían los enemigos, por lo que desechó de inmediato esa idea.

Las llamadas siguieron repitiéndose esa mañana; el hombre no sabía qué pensar, pues tampoco se parecían a las típicas llamadas comerciales que todos hemos recibido alguna vez. El hombre ya estaba cansado de responder el teléfono para nada. A las nueve de la mañana, algo cambió en el patrón.

El hombre se dio cuenta que algo se había agregado a las llamadas; la voz saludaba, decía una palabra, y luego se quedaba en silencio. Recordando las películas de espías y enigmas que tanto le gustaban, empezó a escribir las palabras a ver si hilaban alguna suerte de mensaje.

Diez y cincuenta y ocho de la mañana. El hombre temblaba de pies a cabeza, sus manos sudaban y su mente funcionaba a mil por hora. La loca idea que tuvo dio una frase que en un principio no tenía tanto sentido, hasta que entendió que se estaba repitiendo, y que el inicio no era el que él creía; al darle el orden correcto, el hombre palideció. Ahí, frente a sus ojos, el papel rezaba “a las once con cinco te iremos a buscar, a nuestro oscuro reino nos acompañarás, nada hay que hacer para romper el destino, lee este mensaje con mucho tino”. El hombre entendía que a las once con cinco algo pasaría, al llegar las once, su vista se oscureció, una sensación de opresión el pecho apareció de la nada botándolo al suelo: en ese momento una entidad, acompañada de cinco entidades más, se apareció ante su vista sonriendo.