El académico había terminado su clase. Era uno de los profesores más destacados de su universidad. Varios magíster y doctorados llenaban su interminable currículum, que más de alguno llamaba "biblia", tanto por lo voluminoso como por la cantidad de secretos que entrañaba. Su nivel de conocimientos lo había llevado inclusive a crear cátedras nuevas en su universidad y en varias otras en todo el continente. A ese nivel, sólo se dedicaba a formar alumnos de magíster y a evaluar tesis doctorales; el pregrado le había quedado chico.
El académico era docto en ciencias básicas. Todo su quehacer se basaba en dar plataformas para varias carreras. El formar alumnos de postgrado aseguraba una buena camada de investigadores que a futuro fueran capaces de descubrir lo que él no alcanzaría a hacer en vida. Si bien es cierto no era viejo, debía ser previsor y saber que costaría mucho que naciera otra persona más genial que él. Pero su genialidad y nivel de conocimientos iban de la mano de su orgullo. No gastaba tiempo en saludar alumnos o contestar preguntas de pasillo. No hablaba con nadie que no supiera quién era él, y que no fuese capaz de llamarlo por su nombre y sus títulos principales. En el mundo extra académico era insufrible: todos tenían obligaciones para con él, y él no le debía nada a nadie; deberían estar felices de servir a alguien como él.
Una tarde en que tuvo que ir a tomar un examen de grado a un tesista, decidió ir en su vehículo. Su chofer estaba enfermo, y no confiaba en nadie más. Al salir de la universidad estaba anocheciendo y empezando a llover. Cuando iba por un camino mal cuidado, pinchó un neumático y cayó con su vehículo a una zanja. Cuando logró salir del auto tropezó y se lastimó un tobillo. Nada sabía de cómo ubicarse en la oscuridad, no traía linterna, y su celular había quedado en el vehículo chocado. Sentía frío y estaba completamente mojado, por lo cual no se dio cuenta que su herida sangraba profusamente. Ninguno de sus conocimientos le permitieron darse cuenta de su inminente fin. A la mañana siguiente su auto chocado y su cadáver desangrado yacían en el terreno de atrás de su universidad...