La enfermera intentaba vanamente escribir en la ficha los signos vitales del paciente. Ya era la octava vez que empezaba y nuevamente se había quedado dormida. A las 4 de la mañana costaba mantener la vigilia en una clínica con tan pocos y exclusivos pacientes. A diferencia de su antiguo trabajo en el hospital, las salas estaban calefaccionadas y la comida caliente, por lo cual era fácil sucumbir en las eternas noches sin mucho que hacer. A veces recordaba los turnos imparables del hospital, donde no sabía si decir “buenas noches” o “buenos días” a quien se cruzaba en su camino, si es que los alcanzaba a ver; a veces sentía que era injusto ganar el doble haciendo la mitad, pero ya era tiempo de preocuparse de sí misma y no del resto del mundo.
Media hora más tarde despertó abruptamente, cuando las alarmas de un monitor alertaban la descompensación de un paciente. Raudamente se dirigió a la sala, encontrándola vacía: al parecer el sueño la estaba traicionando. Diez minutos más tarde las mismas alarmas de la misma habitación empezaron a repetir su aviso; esta vez sólo fue caminando, para encontrarse con el mismo panorama: la sala vacía y los monitores desconectados. En 3 ocasiones más se paró por la misma situación, y la cuarta dejó que el ruido siguiera hasta que, a los 15 minutos, “alguien” los apagó.
La enfermera intentaba vanamente escribir en la ficha los signos vitales del paciente. Ya era la octava vez que empezaba y nuevamente se había quedado dormida. A las 4 de la mañana costaba mantener la vigilia en una clínica con tan pocos y exclusivos pacientes. De improviso vio a todo el equipo de turno correr hacia la sala del lado, donde el paciente que le habían encargado como el más crítico estaba en paro. Pese a los esfuerzos del equipo el paciente falleció a los 15 minutos, sin que ella fuera capaz de escuchar las 6 veces en que las alarmas sonaron y se desconectaron de improviso. Pese a todas las recriminaciones, ella repitió una y otra vez que nunca escuchó ninguna alarma. Si tan solo la enfermera de aquella dimensión paralela le hubiera podido avisar…