Partido
Los niños jugaban felices a la pelota. En el poblado era esa la entretención posible para los pequeños, donde lo único que se hacía era cultivar granos y criar cabras para no morir de hambre. Era casi incomprensible para los adultos que los niños olvidaran el hambre y las enfermedades persiguiendo esa simple esfera y pateándola para intentar meterla entre dos montículos de tierra que hacían las veces de arco.
Un par de meses antes había llegado a esas sufridas tierras un joven misionero, que parecía un copo de nieve al lado de las quemadas pieles de los pobladores. El muchacho había llegado a enseñarles acerca de un dios único, que pasaba sobre la pléyade de deidades que controlaban sus vidas y muertes. Junto con esas locas ideas y unos incomprensibles atados de papeles que trataba con veneración, el misionero había traído una esfera de cuero con la cual enseñó a jugar a los niños. Desde ese día las caras de los pequeños conocieron la sonrisa.
Los niños jugaban felices a la pelota. De pronto saltó lejos luego de una brusca patada de uno de los pequeños, cayendo en las fauces de los perros, quienes la disputaban desde la nariz y las orejas. Al parecer la entretención volvería cuando el brujo decapitara al siguiente misionero.
Un par de meses antes había llegado a esas sufridas tierras un joven misionero, que parecía un copo de nieve al lado de las quemadas pieles de los pobladores. El muchacho había llegado a enseñarles acerca de un dios único, que pasaba sobre la pléyade de deidades que controlaban sus vidas y muertes. Junto con esas locas ideas y unos incomprensibles atados de papeles que trataba con veneración, el misionero había traído una esfera de cuero con la cual enseñó a jugar a los niños. Desde ese día las caras de los pequeños conocieron la sonrisa.
Los niños jugaban felices a la pelota. De pronto saltó lejos luego de una brusca patada de uno de los pequeños, cayendo en las fauces de los perros, quienes la disputaban desde la nariz y las orejas. Al parecer la entretención volvería cuando el brujo decapitara al siguiente misionero.
19 Comments:
Y yo que pensaba que era un pelota común y corriente, pero igual servia para jugar, o no?.
Saludos
a eso se le llama esférico ecológico :D
besos sangrientos...hermanito
Ups no pude evitar el acordarme del "¡Juguemos fútbol!" de la Mary.
Aaah vuelve tu lado sádico, que bueno!!!
¿Cual crees que es la reencarnación más representativa de Jorgito? encuentralas en nuestro y vota.
http://www.laschorasdelpuerto.blogspot.com/
Me sorprendió el final, sádico pero me sorprendió... besotes Doc
que sicotico tu cuento jejejejeje, me gustó!!
Me dejaste HELADA con el final...¡erselente!
y se veia una historia ta tieeerna jajaja
salu2
no me gustan los perros grandes
tengo una tranca
para ellos ...
desde que me rasgó
el pantalón uno cuando iba camino al cole
Juego ecológico, es lo que es este juego.
Buen fin de semana
La cago el final!!!! Ahora se lo que le puedo decir a mi esposa cuando me pregunte ¿cual es el real sentido del futbol?
¡Oh!
Iba tan lindo todo y zaz, tenía que terminar en algo triste.
Para mí, tus cuentos son atracción fatal. Me encantan, pero siempre me voy con una sensación de pena o miedo.
Oye: Pasa por mi blog, doctorcito. Te dejé un cariñito.
JAjaja
Un final parecido a un gol de media cancha.
Saludos
llegue a pensar en la posibilidad de una bomba,... o mina anti`personal.. pero nunca en eso!! jajajaja
mis respetos
Por casi ya costumbre esperaba un final algo macabro, y lo es.
Muy bueno, me gustan mucho tus micros,
bss y gracias por las visitas.
asi es la pasion por el futbol
como perros a su presa
oh... y yo q soy muy fanatica del balon pie..
sera... abra q ser una perra
saludos
Decapitemos a un brujo. A ver si le gusta.
Jajajaja.... notable. Totalmente inesperado y con un excelente humor negro...Buena historia
Upsss
Ya sabia yo que el futbol es pasion de multitudes..
Debe ser la fascinacion que provoca el dolor..
Un abrazo Doc..
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