-Listo, terminé la nómina de invitados.
-¿Cuántos son?
-Deja ver… treinta.
-¿Tantos?
-Sí, me gusta que haya bastante gente para compartir.
-¿Y alcanzará el menú para todos?
-Por supuesto, está todo calculado para que nadie reclame o pase hambre.
-Menos mal, no me gustaría que pasara lo de aquella invitación del mes pasado, donde todos salimos comentando acerca de lo exiguo y pobre de la comida.
-Por eso es que lo planifiqué con tiempo, así no pasaremos vergüenzas con nuestros invitados.
-Qué bien… oye, ¿pero estás seguro que los treinta vendrán?
-Claro que sí, están todos completamente confirmados, nadie fallará.
-¿Y de nosotros cuántos habrá?
-En esta ocasión somos diez.
-Bien pensado, entonces no dejaste ningún cabo sin atar, y calculaste perfecto.
-Claro, con treinta humanos para diez vampiros serán tres humanos para cada uno…