Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, diciembre 23, 2009

Incertidumbre

El viejo empresario estaba decidido, luego de quebrar no quedaba más que terminar con su inútil existencia. De chico su padre le había enseñado que el empresario debía producir contra viento y marea, y que si no era capaz de producir simplemente no era tal. Luego de veinticinco años luchando contra las adversidades de la economía, de sus rivales, de su familia y de la vida como tal, la empresa heredada de su padre, y que había sido creada por su bisabuelo cien años atrás, quedaba en manos de acreedores que sólo buscaban rematar todo para conseguir liquidez al corto plazo. No quedaba salida alguna a la vergüenza frente a la sociedad que lo conoció opulento y prepotente, sólo debía morir y desaparecer dignamente de la realidad. Pero había un problema: tenía miedo de morir.

Al otro lado de la casa, en el comedor, hacía una hora el resto de la familia se había reunido para conversar la situación. La conclusión a la que habían llegado era la misma: dada la pérdida de status social y económico, lo único digno para la dinastía era desaparecer. El hijo mayor había conseguido la cantidad suficiente de pesticida para matar instantáneamente a todos los miembros de la familia; luego de repartirlo todos lo ingirieron a la vez, muriendo en el acto.

Luego de un largo rato tratando de encontrar qué hacer, el viejo empresario recordó que vio en una película de terror a un hombre amarrar el gatillo de un arma a la puerta de su oficina, y cuando su secretaria abrió la puerta, el arma se percutó y le voló la cabeza. Era dentro de todo una buena idea, y de hecho la única que tenía. Luego de revisar detenidamente las cosas que tenía a mano tomó una lienza, cargó su escopeta de dos cañones y la montó de modo tal que cuando alguien de su familia abriera la puerta del dormitorio acabaría con su vida instantáneamente. Ya faltaba poco para la hora de almuerzo, así que en cualquier instante lo irían a buscar. Sólo quedaba lidiar con la incertidumbre del momento fatal…

5 Comments:

Blogger Unknown said...

jajaj es muy cruel!!!!

6:12 p.m.  
Blogger Mary Lovecraft said...

brutal hermanito!

nosotros somos los únicos que podemos elegir: resignación y aceptación...o miedo eterno.

beso y achuchón sangriento para tí :***

8:35 p.m.  
Anonymous Rocio said...

este si que si me encanto!!!! que sadico jajajajajajajajajajaja

12:10 p.m.  
Blogger MentesSueltas said...

En estos días, siempre pedimos y prometemos... pues entonces que cada deseo sea una flor, cada dolor una estrella y cada lágrima una sonrisa.

Mis mejores deseos de armonía y paz interior.

MentesSueltas

7:55 p.m.  
Blogger MNB said...

Uf, qué fuerte. Muy bueno.
Tan sangriento como El Conde Vrolok.

MUCHAS FELICIDADES EN ESTOS DÍAS.


ABRAZOS.

12:59 p.m.  

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