Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, octubre 27, 2010

Declaración (y algo más)

Antes de empezar con esta nueva temporada de cuentos después de entregarles de modo íntegro mi primera novela, deseo invitarlos a ver mi nuevo proyecto literario Doctor Blood Obras completas , que resume todos mis escritos hasta febrero de este año. Ahora dejo con ustedes el primer cuento de esta nueva temporada titulado Declaración. Saludos sangrientos.


Declaración

Sentada en la oficina a la espera de la llegada del gerente, la secretaria se notaba algo nerviosa. Luego de un largo tiempo cavilando acerca de las vicisitudes de su vida laboral y personal, había tomado la decisión de hablar con su jefe y decirle lo que sentía por él. Ya no podía seguir ocultando al gerente sus sentimientos, ni tampoco seguir negándose a la realidad: por mucho que le hubieran repetido en todos lados que no había que mezclar emociones con trabajo, en ese instante podía más su necesidad de felicidad.

Cinco años llevaba esperando el momento de tener las agallas de declararse a su jefe. El hombre que la había recibido el primer día seguía siendo el mismo, y cada día que pasaba sentía más la necesidad de gritarle a él y al mundo entero aquello que inundaba su corazón y su existencia desde el instante en que lo vio por primera vez.

Esa mañana usó su mejor perfume, la falda que a él más le gustaba según sus miradas, el maquillaje que mejor resaltaba su belleza natural. Cuando el gerente llegó ella inmediatamente lo siguió a su privado y cerró la puerta tras de sí. Su corazón latía con fuerza y casi con desesperación; sin mediar palabra se acercó a él, lo miró a los ojos, y luego de degollarlo de un solo corte se alejó de la oficina cuya alfombra se tiñó rápidamente de color escarlata. En los oídos del gerente, que se apagaban con celeridad junto con su vida, retumbaba la declaración de su secretaria:

-Te odio desde que te vi, maldito engendro del infierno…

4 Comments:

Blogger Unknown said...

Vaya.. Vaya, esta "declaracion" es muy aplicable a varios jefes XD

6:22 p.m.  
Blogger Antonio Furret said...

Me gustó el remate.

11:46 p.m.  
Blogger MNB said...

Inesperado final, como siempre.

Cariños.

12:56 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Será bueno expresar siempre todas las emociones?...
Uhhh

2:31 p.m.  

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