Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, agosto 14, 2019

Detective

El detective privado iba en su viejo auto haciendo un seguimiento. Un viejo empresario del entretenimiento salía con una modelo de veinte años menos, de la cual sospechaba que lo estaba engañando. Luego de pagarle en billetes dos meses completos con tal de lograr dedicación exclusiva y resultados rápidos, el detective se había abocado con todos sus conocimientos, mañas y contactos a seguir a la joven mujer y obtener la información que dejara satisfecho a su cliente.

Esa tarde la joven mujer le había dicho al viejo empresario que su madre estaba enferma y que dedicaría la noche a cuidar y a estar con ella. A las diez de la noche la joven salía de su departamento ataviada de fiesta, con un vestido muy corto, peinada y maquillada, en su auto deportivo con destino desconocido. El detective había estado esperando su salida para seguirla y descubrir con quién engañaba a su pareja; a duras penas su viejo automóvil era capaz de seguir la velocidad a la que la joven manejaba su vehículo, pero de todos modos fue capaz de no perderla de vista. Extrañamente la joven se dirigió a una comuna periférica, en la cual no abundaban los locales de fiesta. De pronto y para su extrañeza, la joven detuvo su vehículo a las puertas de un cementerio.

El detective no entendía lo que estaba viendo. La joven se paró en la reja, miró para todos lados, y luego de cerciorarse que no hubiera guardias en el sector, plásticamente escaló la reja con su tenida de fiesta y entró al camposanto. El detective acercó su vehículo a la puerta, tal como la joven se fijó que no hubiera guardias, y luego dificultosamente se encaramó en la reja hasta lograr escalarla. El hombre se quedó en el borde superior de la estructura recuperando el aire, para luego dejarse caer hacia el interior del lugar.

El detective cayó pesadamente a tierra. Cuando se puso de pie, un enorme golpe en su espalda lo derribó. Al caer de espalda al suelo vio sobre él una imagen horrenda de rostro deforme ataviado con la misma ropa de la joven modelo. La bestia lo tomó por el cuello con una fuerza incontenible cortándole la respiración, para luego hundir sus poderosos y deformes dientes en su cráneo hasta romperlo para engullir su cerebro. Ya tendría tiempo la joven zombie, una vez que hubiera digerido su comida, de maquillarse de modo tal de esconder su realidad a su pareja y al mundo.