A lo lejos las voces cantan y ríen, mientras los brazos aplauden y abrazan. Él, que adora los abrazos y tiene mejor voz que nadie, se sienta a la distancia a ver la alegría del resto, odiándola, envidiándola, finalmente olvidándola. Su alma no encarnó para disfrutar, su voz no canta y sus brazos no abrazan. Su vida entera gira en torno a la venganza, contra el mundo, sus seres queridos, sus amigos, enemigos, esposa, ex-esposa, amantes permanentes y ocasionales... contra el mundo en general y todos en particular.
Su caro terno y fina camisa envuelven el odio de su vida anterior. Por alguna extraña razón no olvidó al nacer, y era consciente de dos vidas. Por fuera, adusto caballero de aire noble y estampa elegante, empresario recién electo presidente de la república más poderosa del planeta, de fácil sonrisa y modales refinados; por dentro... el recuerdo de haber sido esclavo un siglo atrás, huérfano, violado cuando niño, sometido a brutales castigos porque si, porque no y porque tal vez, recogiendo las inmundicias físicas (y de las otras) de sus dueños, quemado al sol, inundado por las lluvias, embargado, trabajado en todo lo imaginable, constantemente hambriento, y finalmente muerto en una cacería, como trofeo...
Cuando niño su familia creía que todo eran juegos e imaginación, y no entendían su sufrimiento y desadaptación. Con los años aprendió a disimular, a jugar al hijo del gran señor con alma de esclavo, y lo logró.
Luego de las celebraciones propias del triunfo en las elecciones con su círculo de cercanos, aparentar frente a los adeptos y rivales, y pagar las correspondientes coimas por "favores concedidos", decide recorrer lo que será su lugar de trabajo por los siguientes cuatro años... según creían todos...
Tranquilo pero decididamente se dirige hacia las oficinas de seguridad, varios pisos más abajo. Con un par de llaves magnéticas activa un computador, ingresar las claves y luego de dos o tres confirmaciones libera todo el arsenal nuclear disponible sobre el mundo: llegó la hora que todos supieran qué se siente ser avasallado por alguien con poder, sin razón, y porque sí...
.