-Te noto distraída, ¿pasa algo?
-No, ¿por qué?
-Es que todos estos días has estado como alejada.
-No, estoy bien, no me pasa nada.
-¿Segura?
-Sí, claro.
-Bien.
-Oye, aquí hay algo extraño.
-¿Qué cosa?
-Hasta ahora nunca te habías preocupado por mí, a veces ni siquiera notabas mi presencia.
-Tal vez tu estado actual…
-No, yo he estado así antes, pero ahora recién lo notaste.
-No sé, es que…
-¿Qué? ¿Acaso a ti te pasa algo?
-… sí…tú deberías estar muerta, yo le eché veneno a tu café el viernes, y hoy llegaste a trabajar.
-¿Y quién dice que estoy viva?
-Vamos, yo te veo, estoy ahora hablando contigo…
-¿Y quién dice que tú estás vivo…?