Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, marzo 09, 2011

Plaza

Mientras el sol quemaba su nuca a mediodía en la desarbolada plaza, la pequeña niña caminaba de la mano de su madre. La pequeña disfrutaba de las caminatas por la ciudad de la mano de su madre o su padre, siempre la llevaban por lugares llenos de sonidos y colores, y cuando se cansaba de caminar alguno de los dos estaba dispuesto a tomarla en brazos y seguir llevándola por esos variopintos lugares.

La niña, a sus cinco años, estaba empezando a entender aquel mundo que había estado descubriendo desde su nacimiento. Sus padres la querían muchísimo, y siempre la llevaban a todos lados. Disfrutaba los parques y plazas, porque sabía que además de pasear y jugar le comprarían un helado; disfrutaba las idas al cine, pues junto con ver la película podría disfrutar de palomitas de maíz y bebida. Pero también sus padres la llevaban a un sitio extraño, donde los adultos se vestían con ropas de colores opacos, cantaban canciones aburridas y a ella la dejaban algo de lado. De todos modos igual la pasaba bien, pues veía unas extrañas imágenes que le causaban risa: un cuadro de una especie de hombre con cabeza de animal, cuernos, y una gran estrella sobre él. Terminado el juego de los adultos, que a veces concluía con uno de ellos tirado sobre una mesa con algo como ketchup manchándole el pecho, sus padres se sacaban sus disfraces para que ella pudiera ir a jugar en la plaza de la esquina.

Mientras el sol quemaba su nuca a mediodía en la desarbolada plaza, la pequeña niña caminaba de la mano de su madre. De pronto un extraño ruido y un fuerte viento sacude los postes de luz; al mirar a su padre nota que éste desapareció, y al mirar a su madre se da cuenta que ella tampoco está, pero su mano arrancada de cuajo sigue sujeta a su pequeña extremidad. Al instante nota que nadie más que ella queda en la plaza a la salida del templo satánico. Al buscar el origen del viento ve alejarse volando a un simpático hombre alado que desde el cielo le sonríe.

5 Comments:

Blogger tEST said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12:10 a.m.  
Blogger Unknown said...

Ohh que heavy el cuento, oiee! Satánico!!! Me recordó el Bebe de Rosemary; esa película de culto XD

12:24 a.m.  
Blogger Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com said...

Algún día deberías probar la veta de hacer una película de terror. De más que te iría bien. Me gustó el cuento.
Saludos

3:40 p.m.  
Blogger LA LOCA DE LA CASA said...

Me reordó a Kubrick en su última peli. Te gusta el juego publico privado ehh. Eso de que sempre hay algo que está oculto. Todos mienten (House)u onda Supe lo que hiciste el verano pasado o anoche...

10:37 a.m.  
Blogger Francisco Méndez S. said...

siempre excelente.Estoy visitando a mis amigos, cada vez parece que tuviéramos menos tiempo Saludos y abrazo. y visitame algún día. si sabes lo que te conviene

12:19 p.m.  

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