Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, junio 06, 2012

Cascada


Una verdadera cascada de fuego caía por cerca de doscientos metros. La lava manaba de un atípico socavón lateral, cien metros más abajo de la cima del volcán, que daba la impresión de una catarata de fuego líquido que servía de fuga al sitio de erupción natural. La tribu no entendía qué pasaba, habían respetado por decenas de generaciones al dios del volcán, nunca habían adorado a otro dios. Pese a que el dios del río un par de veces los había golpeado con grandes crecidas, y el dios sol en varias oportunidades había secado sus cultivos, no había sido suficiente como para hacerlos cambiar de culto. La tribu era temerosa de su dios, nunca habían faltado brujos ni ofrendas familiares, jamás se les olvidaban las fechas importantes ni los días de guardar, cada vez que alguien renegaba de su poder o existencia era rápidamente castigado o hasta asesinado; ni siquiera en la más terrible de las tradiciones, el arrojar una vez al año a una doncella virgen habían fallado alguna vez. Y ahora su dios, por algún extraño motivo, se había enojado con ellos lanzándoles una cascada de fuego que amenazaba con quemar el pueblo.

La tribu estaba completamente desconcertada con lo que su dios les hacía. La situación obligó a que se reuniera el consejo de ancianos con el brujo para decidir qué hacer, pues si la cascada de lava seguía fluyendo a esa velocidad, existía el riesgo real de tener que huir y emplazar a la tribu completa en otro sitio, alejados de su dios, lo que los dejaría sin su tutela y desencadenaría su seguro fin. Al parecer la única solución era la más radical: ofrecer una doncella virgen para ser lanzada al cráter del volcán, pese a que no fuera la fecha de siempre. El sacrificio era enorme para la familia de la doncella y en general para toda la tribu, pero si ello aseguraba que no siguiera la fuga de lava había que hacerlo por el bien de todos.

La cascada de fuego seguía cayendo. El brujo llegó con la doncella al borde del cráter del volcán; la muchacha estaba asustada pero decidida a salvar a su gente. Luego que el brujo recitara las oraciones correspondientes dibujó con un cuchillo el símbolo del dios en el pecho de la muchacha para luego arrojarla viva y sangrando a la roca derretida. En cuanto el cuerpo de la pobre doncella desapareció en la lava, el agujero que daba salida a la cascada de fuego se cerró. Desde ese día la tribu entendió que tenían un dios estricto pero benevolente, y el brujo aprendió que efectivamente tenían un dios al que no se podía engañar entregándole en sacrificio una doncella que hubiera dormido con él la noche anterior, a cambio de asegurar el futuro de su familia y de ser degollada al borde del cráter para no morir quemada en la lava.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Buena historia, entretenido el relato. No entendí el final :O

12:43 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

mmmh hombres, típico que creen ser mas pillos que los dioses, já!

4:34 p.m.  
Blogger LA LOCA DE LA CASA said...

Solo durmió o pasó algo más?. Si es así ya no era virgen y el volcán igual se cerró?. Entonces el volcán cayó en la trampa?. No importa que no sea virgen?...

8:13 p.m.  

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