Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, octubre 03, 2012

Casa

Un viento frío hacía bailar las ventanas de la casa abandonada. Cada ráfaga que violentaba la velocidad continua del viento hacía que las ventanas se golpearan con fuerza contra las paredes haciendo crujir la madera, única parte indemne pues los vidrios se habían quebrado varias tormentas atrás. La vieja casa de ladrillo con terminaciones en madera estaba a punto del derrumbre, producto del abandono y los saqueos de que había sido víctima en los últimos indignos años de su historia. Ahora no quedaba más que un caserón vacío a merced de los caprichos del clima, y de la maldad de los vivos que circulaban o hasta pernoctaban en sus restos.

Una joven muchacha embarazada y a punto de dar a luz corría presurosa por la oscura calle, a la máxima velocidad que su gravidez le permitía; sabía que la iban siguiendo, y que si no encontraba un lugar seguro, ni ella ni su hijo por nacer tendrían futuro. De pronto se encontró, casi al llegar a una esquina, con la casa abandonada; pese al riesgo que estuviera ocupada por vagabundos, adictos, traficantes o inclusive psicópatas, abrió la desvencijada reja y entró en ella, pues cualquier riesgo era menor frente a ser capturada. La casa en penumbras recibió a la muchacha en silencio, para luego de algunos segundos empezar a crujir a cada paso de la joven, como si su sola presencia fuera capaz de transmitir al abandonado esqueleto de vivienda el temor que sufría en esos instantes. La muchacha recorrió el lugar en silencio para asegurarse que nadie pernoctara esa noche allí, y poder sentirse algo más segura que lo que estaba afuera. De pronto unos pesados pasos se escucharon en la calle, siguiendo las instrucciones de una voz que los conminaba a buscar con cuidado y en cada rincón de la cuadra para dar con la muchacha: uno de los hombres abrió la reja y entró a la casa a hacer su trabajo. La joven aterrorizada buscó por todos lados hasta que una de las paredes del dormitorio cedió: había encontrado la puerta de un closet, en el que se acurrucó en el rincón cubierto por la hoja de madera. El hombre inspeccionó todas las habitaciones; cuando llegó al cuarto donde estaba el closet, la muchacha aguantó la respiración hasta que el tipo terminó de buscar; en un instante el hombre descubrió el closet, pero tal como ella esperaba, la sombra de la puerta y del tabique de la pared la ocultaron a la vista de su perseguidor. Un par de minutos más tarde la casa dejó de crujir bajo los pasos del hombre y la voz que daba órdenes se escuchaba cada vez más lejana.

La muchacha por fin podía respirar en paz, la vieja casa la había acogido y protegido justo a tiempo. Cuando la chica creía que sus problemas habían terminado, se dio cuenta que por sus piernas corría una gran cantidad de líquido transparente, señal inequívoca que el trabajo de parto había comenzado. La joven se acostó nerviosa en lo que quedaba del piso de madera del desvencijado dormitorio, y se dispuso a parir el fruto de Satanás que llevaba en su vientre. Al parecer el padre de la criatura había ayudado para que los ángeles guerreros no pudieran encontrarla a tiempo e impedir el nacimiento de la bestia destinada a acabar con todo y todos sobre la faz de la tierra. La joven virgen se sentía segura, a sabiendas que sus perseguidores estaban lejos y la casa la protegería de ellos. En cuanto la bestia nació, la construcción volvió a crujir: de un instante a otro los crujidos dieron paso a un temblor, el temblor a un derrumbe, y el derrumbe a un colapso de la tierra bajo ella, destruyendo la vieja construcción y llevándose con ella a sus dos habitantes. El caserón había cumplido su designio final; no por nada había sido construída en el terreno donde alguna vez una iglesia consagrada al arcángel Gabriel se levantaba, custodiando a la gente de bien.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Buuuu, a quien se le ocurre refugiarse ahí! tonta, la idea era tener la wawa wn la calle. jiji

11:54 p.m.  
Blogger Javier Maldonado Quiroga said...

La idea no es mala, pero insisto en que le falta mayor desarrollo. No es necesario que escribas un cuento de diez páginas, pero prueba con unas dos o tres. Verás como puede beneficiar mucho la narración.

Saludos.

12:41 a.m.  
Blogger Unknown said...

Muy buena la idea de romper bolsa a escondidas de un perseguidor. Buen giro.

Dejo un link de mi blog. por si interesa.

El Diario del Dr. Rostro (policial negro)

http://naviavicetto.blogspot.com.ar

Saludos

2:59 p.m.  

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