Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, junio 20, 2018

Presencia

Una presencia insensible apareció de pronto en medio de la calle. Con plena conciencia de sí misma empezó lentamente a ubicarse en el entorno en que se encontraba; luego de un tiempo suficiente para saber dónde y cuándo estaba, decidió buscar una iglesia, a ver si alguien ahí era capaz de tomar contacto con ella y ayudarla a lo que fuera que se supone que debía hacer un alma desencarnada en un plano físico. Sin necesidad de mover sus extremidades decidió hacia dónde ir, para que su mente empezara el desplazamiento hacia el sitio donde deberían ayudarla a seguir con un plan que hasta ese entonces desconocía.

El alma entró a la iglesia. Sin sentir nada especial, empezó a recorrer el lugar que a esa hora se encontraba vacío, salvo por dos ancianas vestidas con ropas viejas pero bien cuidadas, y con sus rostros cubiertos por sendos velos negros, que oraban en silencio. El alma se dirigió al altar y luego a las oficinas de la iglesia, donde se encontraba un añoso sacerdote de gruesos anteojos y audífono en el oído derecho. El alma empezó a ver de qué modo llamar la atención del sacerdote para intentar comunicarse con él; de a poco empezó a concentrarse a ver si era capaz de mover algún objeto físico. Luego de algunos minutos encontró el modo de mover objetos pequeños y ruidosos; sin embargo la sordera y ceguera del sacerdote le impedían notar las caídas de cosas desde el escritorio. El plan del alma no estaba funcionando.

El alma estaba por caer en desesperación, pues mientras intentaba llamar la atención del sacerdote éste se dedicaba a comer como si nada ocurriera a su alrededor. El alma entonces pensó que la única forma de captar los sentidos del sacerdote era materializándose; si ya había logrado mover objetos de la mesa, también debería ser capaz de materializar aunque fuera tenuemente su imagen en el plano físico y con ello iniciar alguna suerte de diálogo con el sacerdote. Tras varios minutos de concentración logró materializar un dedo: ahora que sabía la técnica simplemente debía aplicarla a todo su cuerpo para que sacerdote lo viera y pudiera comunicarse con él. O al menos eso creía.

El sacerdote comía despreocupado en su oficina. De pronto frente a él una imagen fantasmagórica se materializa, sorprendiendo sobremanera al viejo hombre; tal fue su sorpresa que tragó mal la cucharada de comida que tenía en la boca, haciendo que pasara a la vía respiratoria asfixiándolo. Cinco minutos después la frustrada alma se encontraba donde mismo, nuevamente en el plano paralelo, y ahora acompañada del alma del sacerdote que aún no comprendía qué le había sucedido.