El
cantante estaba tirado sobre un sillón luego de dos horas de ensayo.
El músico era el vocalista de una banda de rock que se encontraba
preparando un nuevo álbum, por lo que los diez temas que estaban
ensayando eran inéditos, lo que implicaba un desgastante proceso
interpretativo y creativo grupal que hacía que avanzaran lentamente
al tener que ir haciendo anotaciones en la tablatura para utilizarlas
a la hora de entrar a la sala de grabación; más adelante vendría
el siguiente proceso que era memorizar letra y música para poder
interpretarlas en vivo sin necesidad de algún tipo de ayuda de
memoria.
El
cantante volvió a la sala de ensayos mientras el resto de los
músicos seguían descansando y conversando en la sala de descanso
aledaña. El cantante vio a través del vidrio el canal del micrófono
encendido por lo que se dispuso a cantar una parte del segundo tema
que le había dejado incómodo en el ensayo. Al acercarse al
micrófono y cantar las dos primeras palabras quedó estupefacto: su
voz sonaba extremadamente aguda, más que como falsete como si fuera
voz de mujer; el cantante quedó en silencio por algunos segundos,
hasta que intentó cantar nuevamente, encontrándose con el mismo
resultado.
El
cantante estaba desconcertado. Rápidamente se dirigió a la sala
contigua a buscar una botella con agua para limpiar su garganta; al
entrar a ella sus compañeros lo miraron sorprendidos, pero él entró
y salió del lugar sin decir palabra alguna. Luego de beber media
botella lentamente mientras hacía gárgaras con el líquido, se
dispuso a probar nuevamente su voz al micrófono. Cinco segundos
después seguía sin entender por qué su voz seguía sonando como
la de una mujer al intentar cantar; de pronto cayó en cuenta que
podía tratarse de una broma del sonidista
que podía haberle colocado algún filtro al canal vocal y por eso su
voz sonaba así. De inmediato se puso de pie y se dirigió al vidrio
que separaba la sala de ensayo de la mesa de sonido.
El
cantante miraba el vidrio en silencio, tratando de entender lo que
estaba viendo. A través del vidrio no se veía ningún filtro
activado en la mesa de sonido; sin embargo el cantante estaba más
preocupado de otra cosa. Al mirar su reflejo en el vidrio, vio la
figura de una mujer de su edad. El cantante de pronto bajó la mirada
y vio cómo en su tórax sobresalían dos bultos que no tenía al
llegar a la sala de ensayos, y sus caderas se veían bastante más
anchas que su cintura. De pronto un dolor en el bajo vientre y una
sensación de humedad en la entrepierna del pantalón terminaron por
aclarar sus dudas.