Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, diciembre 19, 2018

Cabeza

La mujer miraba la cabeza de su marido apoyada sobre su cuerpo desangrado encima de la cama. Mientras llamaba a la policía intentaba entender cómo había sido capaz de hacerle eso a su compañero de vida, y no lograba entender de dónde sacó las fuerzas y la intención para llegar a tan macabro resultado. La mujer miraba ensimismada la cabeza con los ojos con expresión de miedo apoyada sobre el tórax del hombre, y veía cómo la ropa de cama, la almohada y el colchón absorbían la sangre que parecía no parar de salir del inerte cuerpo vestido con pijama, que minutos antes había dormido junto a ella.

La pareja llevaba cinco años de matrimonio sin mayores contratiempos; habían decidido no tener hijos sino hasta los siete o diez años de matrimonio para aprovechar de viajar y disfrutarse como pareja antes de asumir tamaña responsabilidad de parir y criar a un nuevo ser vivo. Todo iba bien hasta un mes atrás, en que la mujer despertó una mañana sobresaltada, con la sensación que había alguien sentado a los pies de su cama. Desde esa fecha todas las madrugadas empezó a pasar por la misma sensación, hasta que quince días atrás vio a una pequeña figura sentada, mirándola con cara de pena.

La mujer intentó despertar a su marido pero la pequeña figura le hizo un ademán para que no lo hiciera y lo siguiera al baño; la mujer se pellizcó para asegurarse que estaba despierta, y luego siguió a la pequeña figura. Al entrar al baño vio la presencia de un niño de no más de cinco años que de pronto empezó a hablar en su cabeza. Le dijo que la amaba con todo su corazón, que él debería ser el hijo que ella esperaría en tres años más, pero que había visto en la mente de su padre que él no tenía intenciones de engendrar un hijo; dicho eso se largó a llorar, provocando una angustia enorme en la mujer.

Durante quince días todas las madrugadas la mujer fue despertada por el alma de su futuro hijo quien le insistía que su padre no querría tenerlo y que él la amaba mucho y esperaba nacer de ella. Día tras día la mujer sufrió por esa alma, y desarrolló un rencor enorme por el hombre que le había prometido hijos luego de un tiempo, sólo para poder casarse con ella.

Esa noche la mujer no durmió; antes que su marido llegara afiló muchas veces un enorme cuchillo carnicero, y le colocó un inductor de sueño a la cena del hombre. A la hora en que apareció el alma en la cama, la mujer se levantó, buscó el cuchillo, y sin mediar provocación aserró sin piedad la cabeza del hombre quien despertó por el dolor para acabar muriendo decapitado; luego de ello la mujer tomó la cabeza y la apoyó en el cuerpo del hombre, para ver cómo el alma del pequeño sonreía socarronamente, evidenciando que su misión estaba cumplida, y que se había hecho del alma de la mujer una vez que ella muriera en la cárcel por el delito cometido