Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, abril 17, 2019

Detective

La joven detective esperaba pacientemente en el vehículo institucional a la entrada del consultorio. Ocho meses de seguimiento por fin habían dado frutos, y ahora era el momento preciso para dejarse caer en el lugar y atrapar a la malvada mujer que otrora la había perjudicado. La joven había utilizado todas las herramientas que había adquirido en su formación para obtener la información que necesitaba para encontrar a quien la había dañado, y ahora sólo faltaba encararla y cobrar la deuda adquirida con ella antaño. La detective no estaba nerviosa pues se había visto en situaciones similares muchas veces; sin embargo en esa ocasión, y por tratarse de un tema personal, algo de ansiedad ocupaba su mente.

La joven detective miraba insistentemente hacia la reja de salida. Una semana atrás y como parte del seguimiento había determinado que era esa la puerta que la mujer usaba para salir del trabajo todos los días a las cinco de la tarde, para tomar la locomoción que la llevaría a su hogar; si bien era cierto cabía la posibilidad de atraparla en su domicilio, le era más cómodo encararla a la salida de su lugar de trabajo, donde la encontraría desprevenida, disminuyendo las posibilidades de alguna eventual reacción.

Faltando cinco minutos para las cinco de la tarde empezó el movimiento. Lentamente algunos funcionarios empezaban a retirarse antes de tiempo, a ver si con eso evitaban el taco de la locomoción que empezaría cinco minutos más tarde; sin embargo la mujer no estaba en ese grupo, ella esperaba el horario formal para retirarse. El nivel de ansiedad de la detective subía por cada segundo menos que faltaba para encarar a la mujer; para ayudar a controlarse encendió un cigarrillo que fumó a toda velocidad para encajar con el tiempo en que debería salir la mujer. De pronto, y en el grupo de funcionarios que iba saliendo, la divisó.

La madura matrona se despedía de sus compañeros de trabajo lo más rápido posible para poder llegar rápido al paradero y tomar la locomoción rumbo a su casa. De pronto alguien a sus espaldas la llamó por su nombre haciéndola darse vuelta para ver quién era; de golpe y porrazo se encontró con el cañón de un arma apuntando a su rostro. Sin mediar provocación, y en el instante en que la añosa matrona la reconoció, la joven detective disparó a la cabeza de la mujer quien murió instantáneamente a vista y paciencia de sus compañeros de trabajo que huían aterrorizados. La detective llamó por radio a la central para esperar a sus colegas y entregarse: por fin había podido acabar con quien fuera su esposo en su vida anterior, quien la había asesinado y enterrado su cadáver sin que nadie jamás hubiera podido encontrarlo.

1 Comments:

Blogger Don Paulo said...

muy interesante final Dr. me gustaría que lo profundizaras en otro relato, hay material allí.
Saludos
Paulo

11:57 a.m.  

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