Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

viernes, febrero 05, 2021

Horas

 Seis de la tarde. Seis golpes suenan en la puerta de entrada del departamento. El dueño se pone de pie luego de haber vuelto a casa apenas unos minutos antes y abre la puerta. Frente a él había una joven mujer de no más de veinte años, vestida con ropa bastante anticuada, que movía la boca como si hablara pero sin emitir sonido alguno. El hombre la miró extrañado, y al no lograr que mujer dijera nada audible, simplemente cerró la puerta, y siguió haciendo su vida.

Ocho de la tarde. Ocho golpes suenan en la puerta. El hombre abre, y se encuentra con un anciano desnudo que, tal como la joven de dos horas atrás, movía los labios sin emitir sonido. Nuevamente al no recibir respuesta audible el hombre cierra la puerta, con algo de preocupación.

Diez de la noche. Diez golpes suenan en la puerta. El hombre abre. Tres niños vestidos con disfraces de terror empiezan a mover sus labios a la vez, y tal como las dos visitas anteriores, ninguno emite sonido alguno. El hombre simplemente cierra su puerta, bastante preocupado.

Doce de la noche. Doce golpes tocan a su puerta. El hombre abre. Un hombre vestido con uniforme de la segunda guerra mundial se para frente a él, lo apunta con su fusil, y empieza a mover los labios con fuerza, pero sin emitir sonido alguno. El hombre cierra su puerta, asustado.

Dos de la mañana. Dos golpes suenan en la puerta. El hombre mira por el ojo de gato, y no ve a nadie. De todos modos abre la puerta, y frente a él aparece una mujer con traje de baño a la usanza de principios de siglo veinte moviendo sus labios sin emitir sonido. El hombre cierra la puerta, aterrado.

Cuatro de la mañana. Cuatro golpes suenan en su puerta. El hombre mira por el ojo de gato, y ve a una mujer vestida con normalidad. El hombre abre la puerta, la mujer abre la boca y una voz grácil lo saluda y le pregunta si puede entrar. El hombre la invita a pasar. La mujer se sienta en el living y le pregunta por los sucesos de ese día. El hombre le cuenta. La mujer le pregunta si entiende. El hombre dice que no. La mujer le explica que él es un médium, que sus poderes estaban despertando, y que su labor era escuchar y ayudar a las almas que, habiendo muerto, no sabían cómo seguir su camino. El hombre se ríe. La mujer se desmaterializa frente a sus ojos. El hombre entiende, y se queda sentado pensando. De pronto aparecen frente a él todos los visitantes del día hablándole a la vez. El hombre los escucha a todos. El hombre enciende su computador, abre internet, y goglea “ayudar a pasar almas al más allá”.

1 Comments:

Blogger Icy said...

Me encantó!!! Debe ser difícil tomar responsabilidad de ese don en particula, no crees?

7:36 a.m.  

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