La
lluvia arreciaba esa noche en el campamento. El soldado de guardia
estilaba agua de pies a cabeza, mas no se movía de su lugar, pues
sabía que si lo hacía terminaría encarcelado un par de días por
faltar a su deber con la patria. Así, el joven militar sólo estaba
preocupado que la lluvia no echara a perder los mecanismos de su
fusil para no dejarlo indefenso frente a un eventual enemigo, y para
no poder proteger adecuadamente su campamento y a sus compañeros de
armas.
Dos
horas más tarde el hambre y el frío arreciaban. La lluvia se había
detenido, y ahora era la humedad su principal compañía. Quince
minutos antes había pasado un teniente a verlo; el oficial se
detuvo, miró con detención al soldado, y luego continuó su marcha
en silencio. El muchacho estaba incólume en su sitio, vigilando los
alrededores de su campamento. Ni siquiera las ganas de fumar eran
suficientes para moverlo de su posición y hacerlo dejar de cumplir
las órdenes de su sargento. El soldado estaba de guardia y no
cambiaría su posición, hasta que algún superior le ordenara lo
contrario.
Despuntando
el alba el soldado seguía en su posición de firme haciendo guardia
en su campamento. Ahora había algo de movimiento a su alrededor,
pero hasta ese instante nadie lo había autorizado a dejar su lugar y
tomar el descanso que necesitaba para seguir cumpliendo sus
funciones; hasta que ello no ocurriera, él no dejaría su puesto. Un
par de cabos habían pasado hacía media hora, se habían quedado
tiesos mirándolo, luego de lo cual siguieron su marcha sin decirle
nada. El soldado por mientras seguía en su lugar, mirando al
infinito.
Diez
minutos más tarde sonó una diana, señal para que todos se
levantaran. Dos minutos más tarde toda la tropa estaba formada en el
patio del regimiento. Delante de ellos el coronel a cargo de la
unidad presidía la formación. Tras él se erguía gallardo el
monumento al soldado desconocido, cuya alma llevaba más de cien años
haciendo guardia dentro de su traje de bronce y cemento en el
regimiento a cuatro cuadras del centro de la capital.