Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

sábado, junio 11, 2022

Luna

El hombre estaba acostado en la colina esa noche mirando al cielo, sin lograr entender por qué le gustaba tanto mirar las estrellas. Desde niño se había acostumbrado a tirarse donde fuera alguna noche a mirar el cielo estrellado, sin saber a ciencia cierta qué era lo que buscaba o lo que miraba. Con los años su costumbre se hizo cada vez más difícil de llevar a cabo, y al mudarse a la ciudad para encontrar un mejor trabajo se encontró con que las luces artificiales que le daban seguridad a la gente le echaban a perder su visión del cielo. Así, aprovechaba cada fin de semana largo o parte de sus vacaciones para volver a su viejo y mal iluminado pueblo natal para acostarse a mirar las estrellas.

Con el paso de los años el hombre empezó a interesarse en el cielo y dentro de sus posibilidades empezó a leer lo básico para entender lo que miraba. Así, lentamente empezó a reconocer algunas constelaciones, algunos planetas del sistema solar, y ciertas estrellas notorias que no requerían aparatos ópticos para ser reconocidas; ahora el hombre era capaz de entender un poco más lo que estaba viendo, y ya no se dejaba sorprender ante el paso de algún asteroide o de algún satélite. Si bien es cierto no era un experto, era capaz de sentirse cómodo mirando y entendiendo el firmamento.

Esa noche la imagen del cielo estaba coronada por una espectacular luna llena, que se veía realmente enorme. El hombre miró un rato la luna, hasta que se dio cuenta que un efecto óptico lo estaba haciendo creer que la luna estaba cada vez más grande, así que simplemente desvió la mirada e intentó encontrar la constelación de centauro; sin embargo la imagen de la luna le impedía concentrarse, por lo que decidió aclarar sus dudas buscando en internet para saber qué estaba pasando. El hombre sacó su teléfono, ingresó un par de frases al navegador y quedó desconcertado.

El hombre miraba incrédulo la pantalla. Según la información, la luna estaba en fase de cuarto menguante, y su distancia a la tierra no era la menor de su ciclo. El hombre miraba la pantalla y al satélite, y cada vez estaba más convencido que segundo a segundo se veía más grande. De pronto el hombre sintió cómo el suelo bajo sus pies empezaba a vibrar, y vio que algunas ramas que estaban tiradas en el pasto empezaban a elevarse. Al darse cuenta que su cuerpo era atraído hacía el cielo, el hombre se dio cuenta que el satélite natural de la tierra estaba volviendo a sus orígenes, lo que terminaría con toda la vida en la superficie del planeta. Mientras empezaba a quedarse sin aire, alcanzó a disfrutar los segundos breves volando hacia su amado cielo.