Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

sábado, septiembre 17, 2022

Hervidor

 El hervidor eléctrico sonaba mientras calentaba el agua para el café de la mañana. Los trabajadores escuchaban en silencio cómo hacía ruido el agua mientras hervía. El trabajo no empezaría hasta que todos hubieran tomado su café matinal, aunque el jefe dijera lo contrario. El jefe no llegaba temprano al trabajo, por lo cual nunca los encontraba bebiendo café, así que nada tenía que decirles al respecto. El café era casi como una bebida sagrada para los trabajadores, sin la cual el trabajo no se podía llevar a cabo.

El hervidor se estaba demorando demasiado en estar listo. Uno de los trabajadores dijo que el termostato estaba malo, cosa que nadie entendía qué significaba, incluso él mismo; sin embargo había escuchado alguna vez a alguien decirlo en la misma situación, y pensó que sonaría inteligente dar esa opinión. Nadie hizo nada, y la hora del café parecía seguir lejana esa mañana. Otro de los trabajadores se asomó a la escalera a ver que el jefe no se apareciera; como era esperable, nadie apareció.

El plástico del hervidor empezó a calentarse demasiado y a derretirse. Los hombres miraban el espectáculo sin hacer nada, paralizados ante tamaña escena; algunos de ellos dijeron haber visto alguna vez algo parecido, pero el comentario se diluyó en el aire, tal como se diluía la hora del café.

El cable del hervidor empezó a quemarse con el plástico derretido, dejando al descubierto los cables energizados; mientras tanto el contenedor de agua también se derretía, por lo que empezó a vaciarse agua al mueble en que estaba colocado el hervidor. Al tomar contacto los cables energizados con el agua se provocó un cortocircuito, que hizo que saltaran chispas que inmediatamente encendieron el material combustible más cercano al lugar: una cortina y una resma de papel. Los trabajadores no parecieron asustarse, sólo les complicaba que no estuviera lista el agua para el café.

El incendio envolvía el galpón en su totalidad. Todo el lugar estaba envuelto en llamas, y ningún trabajador parecía preocuparse por ello. De pronto sus memorias se activaron: el incendio había ocurrido hacía ya tres meses, nadie se dio cuenta a tiempo y todos murieron quemados en el lugar. Sus almas aún no entendían que la empresa ya no existía, que ellas estaban atrapadas en el tiempo y que nadie los sacaría de esa ilusión mientras ellas no quisieran salir de ese ciclo eterno. En ese instante el hervidor se apagó, y todos acercaron sus tazas para beber el café eterno de esa mañana.