El
supervisor salió de la reunión antes del término. Luego de
presentar su visión acerca del trabajo de la empresa, según él
demostrando con pruebas la ineficiencia del personal a su cargo,
recibió una serie de descargos de carácter emocional y de entorno
laboral en que todos referían sentirse acosados por él y nadie
asumía responsabilidad alguna por el deterioro progresivo de los
números de la empresa. El hombre simplemente se puso de pie y salió
del lugar, a respirar un poco y a esperar la decisión de la plana
directiva. Minutos más tarde los empleados salieron de la sala de
reuniones, y el supervisor fue llamado por el gerente general. El
hombre le explicó que lo que estaba viviendo era normal, que tenía
que ver con la brecha generacional, que no todo lo que venía del
personal más joven era malo, pero que la plana directiva estaba de
acuerdo en el deterioro del nivel de calidad de los servicios
prestados por la empresa, y que ya verían cómo intervenir para
mejorar el trabajo sin incomodar a nadie. El supervisor lo miró en
silencio, bajó la cabeza y salió de la sala.
Minutos
antes de la hora de salida el supervisor recibió un mail de un
correo anónimo con amenazas de muerte. El hombre no se sintió
intimidado, simplemente reenvió el correo al gerente y apagó el
computador para irse a su domicilio. No había manejado más de cinco
cuadras cuando se cruzó delante de él un vehículo cuyo conductor
se bajó corriendo con una pistola en la mano, vociferando y moviendo
el arma a diestra y siniestra. De pronto un hombre viejo se paró
detrás del muchacho, tomó con fuerza su cabeza y sin siquiera
pensarlo lo degolló con un arma blanca apenas visible. Luego de
ello el viejo se subió al auto del supervisor y le dijo que manejara
y se alejara del lugar.
El
viejo asesino le contó al supervisor que él había sido contratado
por el gerente para matarlo, cuando se había encontrado con el novel
asesino que no sabía hacer su trabajo y por eso lo había eliminado.
Ambos hombres entonces empezaron a conversar acerca de las nuevas
generaciones, y ambos llegaron a la conclusión que ya las cosas no
se hacían como antes, y que según ellos la raza había empeorado
con el paso de los años. De pronto el asesino le dijo al supervisor
que detuviera el auto; el conductor en ese instante sintió que su
vida había llegado a su fin.
El
supervisor no lograba entender lo que estaba sucediendo frente a sus
ojos. El viejo asesino lo miró cuando el supervisor detuvo el auto,
y de la nada desaparecióel asiento del copiloto sin dejar rastro
alguno. El supervisor estaba estupefacto. Mientras tanto el gerente
estaba conforme: con las artes oscuras heredadas de su familia había
invocado a un viejo asesino para que protegiera a su viejo amigo el
supervisor del burdo intento de homicidio contratado por sus
subalternos. El siguiente paso sería invocar otras entidades para
darles una lección imborrable a los instigadores, y así proteger el
legado de su empresa.