Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

domingo, mayo 14, 2023

Manifestacion

 La emblemática marcha de protesta resonaba en los parlantes de los manifestantes, como himno de batalla de viejas huestes del pasado. Los policías miraban impertérritos el movimiento de los manifestantes, que parecían haber planificado una estrategia para evitar a la policía y llevar a cabo su protesta, o para enfrentarlos e intentar salir victoriosos. Los manifestantes gritaban voz en cuello sus consignas, mientras los policías a lo más ajustaban sus elementos de protección por encima de sus vestimentas.

El encargado de carro lanza aguas miraba con odio a los manifestantes: Odiaba sus ideas, odiaba su movimiento, odiaba su presencia, odiaba su música, odiaba todo de ellos. De hecho estaba esperando que algo pasara para poder atacarlos con su chorro de agua y poder de una vez por todas dispersarlos y sacarlos de las calles donde para él no deberían estar nunca. El policía tenía un as bajo la manga, y había llegado la hora de usarlo: el hombre colocó en un reproductor de música una canción que conocía de hacía tiempo, y la puso en los altavoces del vehículo. En cuanto se empezó a escuchar, tanto los policías como los manifestantes parecieron encenderse cual pasto seco frente a una llama. El conflicto estaba gatillado, ahora sólo faltaba ver las consecuencias.

Un grito ensordecedor se escuchó de entre los manifestantes; desde la policía se escuchó como respuesta otro grito igual de gutural que el primero. Los manifestantes soltaron sus piedras y se lanzaron en masa corriendo contra la policía; los policías soltaron sus escudos y lanza lacrimógenas y avanzaron en grupo compacto contra los manifestantes. Algunos observadores externos dijeron que al chocar ambos grupos se vio una suerte de relámpago invadiendo el lugar. Cinco segundos más tarde la batalla estaba desatada: los hombres y mujeres se golpeaban con violencia incontrolable con pies, puños y palos. Los cuerpos empezaban a caer de lado y lado, y la sangre empezaba a cubrir el improvisado campo de Marte donde se llevaba a cabo la refriega. El operador del carro lanza aguas miraba en silencio.

Media hora más tarde la refriega había terminado .Centenares de cuerpos cubrían el rojo pavimento del lugar. Un piquete de policías y un grupo de manifestantes que recién habían llegado miraban estupefactos la horrenda escena. A lo lejos se escuchaban las sirenas de las ambulancias que venían a socorrer a los heridos. El alto mando de la policía y los líderes de los manifestantes intentaban comprender qué era lo que había sucedido. El operador del carro lanza aguas no sabía que había pasado. Su memoria se borró en el instante en que Hades se apoderó de su cuerpo para provocar la batalla y conseguir más súbditos para su reino, y una vez que abandonó su cuerpo recuperó con lentitud el gobierno de su mente. Más tarde debería explicar por qué no hizo su trabajo de dispersar con el chorro de agua y de dónde sacó la música que gatilló la debacle sucedida.

1 Comments:

Blogger Jorge Hoffmann said...

Súper!!!!

5:22 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home