Dos
viejos amigos conversaban relajadamente en la barra de un bar un
viernes por la noche, a la luz de dos vasos de destilados con dos
hielos cada uno. .
—Oye,
¿habías escuchado eso de que la tierra es plana?
—Sí,
ya había oído tamaña estupidez, hay pruebas científicas
suficientes que demuestran que la tierra es redonda
—También
hay una teoría que dice que jamás podremos salir de la tierra
porque está cubierta por un domo impenetrable.
—Sí
claro, son los mismos ideólogos de la tierra plana.
—¡Y
eso del muro antártico detrás del cual hay infinidad de continentes
con civilizaciones avanzadas?
—La
tierra es como es, la Antártica es un continente, no un muro, y no
hay más continentes que los conocidos.
—Sí,
tienes razón… pero supongo que habrás escuchado acerca de los
iluminati.
—Sí
claro, los dueños del mundo ocultos entre las sombras y que guían
los destinos de la humanidad por sobre los gobiernos… todos sabemos
quiénes son los dueños del mundo, y no necesitan juntarse entre
sombras para hacer lo que se les antoje.
Los
amigos pidieron otra ronda de tragos.
—¿Y
qué te parece esos que dicen que el Papa actual es el último de la
historia, y que de ahí empieza el fin del mundo?
—Hasta
donde yo sé en ninguna escritura sagrada aparece algo acerca de los
papas, y según recuerdo en la misma biblia dice que la fecha del fin
de los tiempos sólo la sabe dios.
—¿Escuchaste
alguna vez acerca de que la tuera es hueca, y dentro de ella hay otra
civilización avanzada?
—Sí,
la tierra es hueca, tan hueca como los cerebros que piensan eso.
En
ese momento el interrogado pagó su cuenta y se puso de pie.
—¿Qué
te pasó, alguna mala cara?
—Es
la hora.
—¿La
hora de qué?
—De
irnos.
—¿Tan
temprano? La noche está recién empezando
—La
ventana del agujero de gusano cerrará en menos de dos horas, si no
nos apuramos quedaremos atrapados en este universo por más tiempo
del que disponemos.
—Tienes
razón, pagare mi cuenta e iremos por las naves.
Al
lado de ellos otro cliente escuchó completo el diálogo. Cuando los
hombres se fueron, el hombre miró al bartender con ojos
desorbitados.
—Amigo,
esos dos tipos son extraterrestres.
—Los
extraterrestres no existen, y si sigues hablando huevadas, no te
sirvo más copete.
—Ah,
debo haber escuchado mal, entonces…