Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

domingo, febrero 11, 2024

Ucronía

 El escritor intentaba forzar un texto para iniciar una nueva novela. Distopías y ucronías luchaban por salir de su cabeza de modo ordenado, pero en el procesador de texto nada parecía tener sentido. El hombre estaba frustrado, pues hacía más de dos años que no lograba sacar nada nuevo para presentarle a su editor, y las ganancias de las ventas de sus novelas anteriores estaba bajando raudamente, llevándolo a tener problemas de liquidez financiera. Si no lograba una idea nueva en el corto plazo, debería buscar algún trabajo común alejado de su arte.

Esa tarde el escritor salió a dar un paseo para distraerse un rato y ver si lograba ordenar sus ideas; el hombre no buscaba inspiración en la calle, sino algo de tranquilidad para pensar y ver qué podía hacer con las ideas que tenía sin desarrollo en su cerebro. El hombre caminaba lentamente por un camino de tierra en un parque; de pronto y de la nada sintió un dolor agudo en la cabeza y perdió el conocimiento.

El escritor despertó algo mareado, estaba en una habitación pintada de blanco y tenía conectada al pecho una máquina que al parecer registraba su pulso. De pronto apareció una joven mujer que al verlo despertar llamó a otra persona que lo viniera a ver. La enfermera volvió con el médico de turno, quien le contó que había recibido un piedrazo en la cabeza lo que le provocó un tec cerrado, pero que el estudio había descartado una lesión mayor. El médico le dio el alta y le entregó una hoja que describía síntomas por los cuales consultar en los siguientes dos días. El hombre salió del servicio de urgencias confundido: el médico le había hablado todo en inglés, que él había logrado entender pues cuando joven había estudiado el idioma. Al salir a la calle se dio cuenta que toda la señalética estaba en inglés; el hombre hizo una prueba, se dirigió a un quisco a comprar una bebida, la pidió en inglés y el vendedor se la vendió sin problemas respondiendo en inglés fluido.

Al llegar a casa el hombre encendió su computador y empezó a buscar páginas de historia latinoamericana: grande fue su sorpresa al descubrir que en todas partes aparecía que España había conquistado Estados Unidos y Canadá, y que la corona inglesa se había encargado de las tierras de México al sur. El hombre no lograba entender qué estaba sucediendo: en ese momento su mente se iluminó, abrió el procesador de texto y empezó a escribir. Seis meses después, el hombre editó el gran best seller de su vida: una ucronía donde los españoles habían conquistado Latinoamérica y los ingleses y franceses, toda Norteamérica.