Médico
La sala estaba vacía, solo estaba el médico esperando la hora de llegada del siguiente paciente.
Media hora después el médico miró su agenda y su reloj, y se dio cuenta que el tiempo no había pasado. El profesional entonces salió de su oficina, se dirigió a un pequeño estar a no más de diez pasos de su oficina, se sirvió un café en una taza cualquiera y se sentó a beber el reponedor líquido mientras miraba fijamente las manecillas del reloj de pared, las que no se movían en lo absoluto.
Una hora más tarde el médico salió del edificio ubicado en un barrio exclusivo de la ciudad. Las calles estaban vacías, no había viento, los árboles estaban tiesos, una que otro perro callejero no se movía de su posición, y varias aves estaban suspendidas en el cielo.
Una hora más tarde el hombre llegó caminando al departamento que compartía con su novia, pues al intentar usar su auto éste no funcionó. El hombre subió los once pisos por las escaleras, entró al departamento y encontró a la mujer encima de un hombre, ambos desnudos, en pleno acto sexual congelado en el tiempo; el hombre los miró casi despreocupado, para inclinarse debajo de la cama a buscar algo.
Dos horas más tarde el profesional no había logrado encontrar lo que estaba buscando; al saberse engañado, pero peor aún, preso de un tiempo que no se movía, se acercó al balcón, y sin pensarlo demasiado saltó al vacío.
El médico estaba consternado: al saltar al vacío se había quedado flotando en el espacio, a una distancia tal que le impedía volver al balcón y deshacer lo hecho. Así, el orgulloso profesional, que la noche anterior había encontrado un libro de magia propiedad de su novia, y que se había burlado grotescamente del afán de la joven mujer, ahora estaba atrapado en un hechizo que él mismo hizo siguiendo las instrucciones del libro al pie de la letra. El hombre había quedado congelado en el tiempo, y sólo le quedaba esperar morir de sed e inanición en cuatro o cinco interminables días, a menos que el tiempo, en ese bolsón de tiempo, no siguiera siquiera sus propias leyes naturales.