Si entras a este blog es bajo tu absoluta responsabilidad. Nadie asegura que salgas vivo... o entero. Si imaginaste que aquellas pesadillas interminables que sufrí­as de niño cuando te daba fiebre eran horrorosas, prepárate para conocer una nueva dimensión de la palabra HORROR...

miércoles, septiembre 26, 2007

Enfermeras

La enfermera intentaba vanamente escribir en la ficha los signos vitales del paciente. Ya era la octava vez que empezaba y nuevamente se había quedado dormida. A las 4 de la mañana costaba mantener la vigilia en una clínica con tan pocos y exclusivos pacientes. A diferencia de su antiguo trabajo en el hospital, las salas estaban calefaccionadas y la comida caliente, por lo cual era fácil sucumbir en las eternas noches sin mucho que hacer. A veces recordaba los turnos imparables del hospital, donde no sabía si decir “buenas noches” o “buenos días” a quien se cruzaba en su camino, si es que los alcanzaba a ver; a veces sentía que era injusto ganar el doble haciendo la mitad, pero ya era tiempo de preocuparse de sí misma y no del resto del mundo.

Media hora más tarde despertó abruptamente, cuando las alarmas de un monitor alertaban la descompensación de un paciente. Raudamente se dirigió a la sala, encontrándola vacía: al parecer el sueño la estaba traicionando. Diez minutos más tarde las mismas alarmas de la misma habitación empezaron a repetir su aviso; esta vez sólo fue caminando, para encontrarse con el mismo panorama: la sala vacía y los monitores desconectados. En 3 ocasiones más se paró por la misma situación, y la cuarta dejó que el ruido siguiera hasta que, a los 15 minutos, “alguien” los apagó.


La enfermera intentaba vanamente escribir en la ficha los signos vitales del paciente. Ya era la octava vez que empezaba y nuevamente se había quedado dormida. A las 4 de la mañana costaba mantener la vigilia en una clínica con tan pocos y exclusivos pacientes. De improviso vio a todo el equipo de turno correr hacia la sala del lado, donde el paciente que le habían encargado como el más crítico estaba en paro. Pese a los esfuerzos del equipo el paciente falleció a los 15 minutos, sin que ella fuera capaz de escuchar las 6 veces en que las alarmas sonaron y se desconectaron de improviso. Pese a todas las recriminaciones, ella repitió una y otra vez que nunca escuchó ninguna alarma. Si tan solo la enfermera de aquella dimensión paralela le hubiera podido avisar…

miércoles, septiembre 19, 2007

Impresionismo

El sol golpeaba los ventanales, penetrando la delgada pared de vidrio e inundando con su mar de claridad los espacios limitados de la habitación. Esa imagen evocaba los recuerdos de infancia en la joven, que veía en el reflejo de esa luz a su madre jugando una ronda con ella y su hermanita, cinco años menor. Esa luz despertaba las canciones de cuna que ya casi había olvidado por el tiempo transcurrido. Esa claridad traía con ella el rostro de su hermanita, que parecía una verdadera muñeca con sus mejillas rosadas que brillaban con el sol al rebotar en ellas; también por sus dos largas trenzas de cabello azabache que colgaban frente a su blanco vestido y resaltaban en el claro conjunto.

El sol golpeaba los ventanales; de pronto, tenues nubes cruzaron su paso y tornaron a rojiza su luz inundadora. Esa imagen le recordó la sangre que brotaba del cuello de su hermanita y del pecho de su madre, luego de degollar a una y apuñalar a otra, por no poder soportar la perfección de sus vidas. Al tragar saliva sintió la cuerda en su cuello y recordó que faltaba dar un paso para la realidad...

miércoles, septiembre 12, 2007

Lonchera

La pequeña niña iba feliz a su segundo año de colegio. De solo pensar que se reencontraría con sus amigas que dejó de ver el año anterior se emocionaba a más no poder. Ya en el bus escolar se había encontrado con cinco o seis, con las cuales se contaban todo lo que habían hecho en las vacaciones con sus familias. La alegría y la inocencia de los seis años de edad eran el denominador común en el viaje del bus a la escuela.

La niña tenía una vida simplemente feliz: padres y hermanos que la mimaban, amigos de sus padres que la cuidaban y cumplían hasta sus más mínimos caprichos, un amplio departamento con un dormitorio exclusivo para ella. Toda su vida daba vueltas en jugar hasta agotarse y descansar para seguir jugando.

Un par de semanas antes sus padres le contaron que se mudarían a una casa, donde por fin tendría un patio para tener una mascota. El único problema es que se mudarían el mismo primer día de colegio, pero no sería tan complejo pues el padre pasaría en su auto a buscarla en la tarde.

Esa mañana su padre y su madre estaban algo apurados y se mostraban nerviosos, pero de todos modos le tenían una nueva sorpresa: una mochila nueva de la muñeca de moda y una lonchera llena de golosinas para compartir en el colegio con sus amigas. Su madre había sido muy clara: debía abrirla en el colegio, cuando estuviera con todas sus amigas, para que ninguna se sintiera pasada a llevar en la repartición de los dulces. Cuando faltaban tres cuadras para llegar al colegio, la curiosidad de la pequeña y sus amigas no dio para más: abrió con cuidado la mochila, sacó la lonchera, soltó la tapa y la abrió…

La pareja iba raudamente en su todoterreno hacia el aeropuerto. Cuando estaban por estacionarse, un extra en la radio dio cuenta de una horrenda explosión en un bus escolar a pocas cuadras del colegio: la pequeña no cumplió su misión…

miércoles, septiembre 05, 2007

Sonrisa

-Sonría.
-No.
-Eh… pero va a salir enojado en la foto.
-No estoy enojado, simplemente soy serio.
-Pero la foto…
-La foto muestra como soy, y así soy.
-Pero la vida tiene tantos motivos para sonreír.
-¿Cuáles?
-El sol, la naturaleza, los niños…
-Los rayos ultravioleta, el medio ambiente contaminado, los delincuentes infantiles y juveniles…
-Eh… ¿no es algo pesimista su visión de vida?
-La suya es optimista, la mía realista.
-… pero la vida tiene tantas cosas buenas…
-Nómbrelas.
-… es que… con lo pesimista que es, le encontrará lo negativo a lo que le diga…
-¿Se lo encontraré o lo tiene?
-… eh… bueno… pero hay algo…
-Diga.
-Estar vivo, hay que estar feliz por estar vivo.
-Sí… eso es verdad, estar vivo es bueno…
-¿Y por qué sigue sin sonreír entonces?
-¿Aún no has visto el agujero de bala en mi frente y mi nuca…?